Mi amiga y vecina Conchi tuvo que regresar al Hospital tan sólo un día después de que le dieran el alta. Y como la pobre supuso que la volverían a ingresar, me regaló una tarrina de 1/2 kg. de queso fresco. Al no utilizar nunca un formato tan grande, tuve que buscar una receta para aprovecharlo todo de una vez. Así surgió el hacer esta tarta de queso y manzana. La encontré en Gatronomía&Cía.
Ha merecido la pena hacerla pues, aparte de estar deliciosa, es fácil y rápida de elaborar y no resulta nada empalagosa.
Utilicé un molde desmoldable de 26 cm.
Ingredientes:
- 1/2 Kg. Queso fresco tipo Burgos.
- 4 Huevos.
- 200 grs. Azúcar.
- 80 grs. Harina.
- Canela en polvo al gusto.
- 2 Manzanas Fuji.
- Almendras laminadas.
Preparación:
Sacar los huevos media hora antes de la nevera para que adquieran la temperatura ambiente.
Untar el molde de mantequilla y encamisarlo con harina. Sacudir para quitar el exceso.
Cortar las manzanas en cuartos, pelarlas y laminarlas.
Poner a calentar el horno a 180º.
Cascar los huevos, y ponerlos en un bol junto con el azúcar, batirlos hasta que tripliquen su volumen y adquieran un color blanquecino.
Agregar la harina y la canela y mezclar bien. Incorporar el queso fresco y ahora triturar con la batidora de mano.
Una vez bien triturado el queso, añadir la manzana fileteada a la masa y mezclar con una espátula.
Verter la mezcla en el molde.
Cubrir con las almendras fileteadas. Espolvorear de azúcar por encima.
Meter al horno previamente calentado a 180º durante unos 30 ó 40 minutos. Si vemos que las almendras se empiezan a tostar demasiado y la tarta aún no está hecha, bajar la temperatura del horno y/o cubrir la superficie con Albal.
Para ver si está hecha por dentro, pinchar con una brocheta o palillo. Deberá salir seca.
Sacar del horno y dejar que se enfríe en el mismo molde.
Guardar en la nevera durante unas horas para que se enfríe bien y el relleno se asiente.