De esta lasaña me habló estas Navidades mi amiga Esther. Su hermana está casada con un italiano y dice que la Nonna hace una lasaña de alcachofas de chuparse los dedos. Tras alabármela tanto, sabía que tenía que hacerla cuanto antes. Por supuesto, sin pretender que me salga como a una Nonna italiana. El resultado no ha defraudado en absoluto. Es deliciosa, suave, ligera y distinta. Desde luego la haré más veces. Gracias Esther y gracias Nonna 🙂
La receta es la de la Nonna un poco tuneada por mí, sobre todo con el tema quesos, aunque respeté el Parmesano.
La receta original es con alcachofas frescas. Esta vez, al no encontrarlas buenas, ni en el súpermercado , ni en la frutería, la he tenido que hacer con con corazones de alcachofas congelados de Mercadona que tenía en el congelador, son tiernos y de buena calidad.
Esta lasaña es una buena alternativa vegetariana a la clásica lasaña hecha con ragut de carne.
Las cantidades que doy son para hacer 3 capas del relleno de alcachofas y para una fuente de horno de 33x27x6 cm.
Ingredientes:
- 8 ó 10 Alcachofas frescas o, en su defecto, 600 grs. de corazones de alcachofas congelados o de alcachofas confitadas en aceite.
- 3 Echalotas o, en su defecto, cebolla y un diente de ajo.
- Perejil fresco.
- 32 láminas de Lasaña Fácil El Pavo o marca similar o lasaña fresca.
- 250 grs. Parmesano rallado o, en su defecto, Grana Padano o un queso de oveja viejo.
- 359 grs. Mozzarella fresca. Utilicé casi las 3 bolsas.
- 1 vaso de los de vino de Albariño o un vino blanco joven.
- 4 cdas. AOVE (aceite de oliva virgen extra).
- Sal y pimienta negra.
- 1 litro de Bechamel de cobertura
Preparación:
Si vamos a utilizar alcachofas frescas, las limpiaremos retirando las hojas exteriores y las puntas duras hasta quedarnos con los corazones. Partirlas a la mitad y, luego, en rodajas finas. Ponerlas en un bol con agua fría y perejil o zumo de limón para que no se oxiden. Reservar hasta el momento de usar, entonces las escurriremos y ya podremos añadirlas a la sartén.
Sacar las bolas de mozzarella de su envase y ponerlas a escurrir.
Con alcachofas congeladas. Descongelar los corazones de alcachofas, dejar en un colador para que escurran bien todo el agua que puedan soltar. Partir los corazones en dos a lo largo y, luego, cada mitad en tiras finas, pero no tanto que se nos puedan deshacer al rehogarlas.
En una sartén amplia poner 4 cdas. de AOVE a fuengo medio. Añadir las echalotes picadas y pochar hasta que estén transparentes.
Añadir una buena cantidad de perejil fresco picado.
Agregar las alcachofas cortadas en rodajas y bien escurridas, mezclar y dejar hacer durante 5 minutos.
Agregar el vaso de vino blanco y dejar que se evapore.
Cuando el vino se haya evaporado, salpimentar. Agregar un vasito de agua, tapar y dejar cocinar las alcachofas durante unos 10 minutos, hasta que estén tiernas, revolviendo de vez en cuando. Si vemos que se quedan demasiado secas, añadir otro poco de agua.
Mientras se pochan las alcachofas, hacer la bechamel de cobertura
Ir cortando en rebanadas las bolas de mozzarella.
Preparar las láminas de lasaña como diga el fabricante.
Untar de mantequilla el interior de la fuente donde vamos a hacer la lasaña. Añadir un velo de la bechamel sobre todo el fondo de la misma.
Colocar encima la primera capa de lasaña, echar parte del preparado de alcachofas y unos chorritos de la bechamel.
Esta fotografía de la segunda capa, en la primera puse aún menos alcachofas y en la tercera, más. Recomiendo no poner en cada capa más de esta cantidad de alcachofas.
Ahora colocar las rodajas de Mozzarella y abundante Parmesano.
Continuar poniendo capas hasta agotar los ingredientes o llegar al límite de alto de la fuente. Acabar la última capa con bechamel y abundante Parmesano. Poner por encima unos pegotitos de mantequilla.
Precalentar el horno a 180º, meter la lasaña durante unos 15 ó 20 minutos o hasta que la superficie esté dorada.
Sacar del horno y dejar reposar unos 10 minutos.
Servir caliente.