En Galicia a las sardinas se les llama xoubas y cuando son pequeñitas, en las Rías Baixas las conocemos como xoubiñas, y en las Rías Altas como parrochas o parrochitas.
Ahora, en verano, están en su mejor momento y es una delicia poder comerlas acompañada de una ensalada y de unos pimientitos de Padrón.
La receta es tan sumamente fácil que hasta da apuro ponerla en el blog.
Si son pequeñitas no hace falta quitarles ni las vísceras. Se fríen y se comen enteritas de la cabeza a la cola.
Cuando las compréis que estén fresquísimas: enteras, tersas y brillantes.
Si son un poco más grandes se pueden eviscerar. A mí no me gusta quitarles la cabeza, me gusta servirlas con ella y me encanta cuando está churruscadita.
Ingredientes:
- Xoubiñas.
- Harina.
- Sal.
- AOVE.
Preparación:
Eviscerar y lavar las xoubiñas, ponerlas en un colador para que escurran bien.
Cuando estén bien escurridas, salar con sal fina y guadarlas en el frigorífico hasta el momento de freírlas.
Sacar de la nevera y enharinarlas. Pasarlas por un cedazo para eliminar el exceso de harina.
Poner una sartén amplia con AOVE a fuego fuerte e ir echando en ella las parrochitas por tandas. No pongáis muchas a la vez para que no baje demasiado la temperatura del aceite.
Sacar de la sartén y e ir poniéndolas sobre papel de cocina para que absorba eliminar aceite o en un colador.
Una vez que tenemos todas las xoubiñas fritas, servir calientes acompañadas de una ensalada y/o pimientos de padrón.