Hoy os traigo un postre clásico. Quizás alguno denominaría como «viejuno», pero que sigue teniendo el mismo éxito de siempre entre los comensales.
No es una receta complicada, sobre todo si se siguen bien los pasos, aunque sí entretenida.
Suelo hacer la víspera tanto la nata montada como la crema pastelera y las guardo en el frigorífico hasta el momento de montar la tarta al día siguiente.
La crema pastelera la cubro con film transparente en contacto con ella para que no haga costra y, además, la bato un poco con la batidora de mano antes de meterla en la manga pastelera.
La nata no se baja y se conserva perfectamente dura de un día para otro porque le añado mascarpone cuando la monto.
Ingredientes:
- 3 láminas de masa de hojaldre refrigerado rectangulares. A mí me gustan las de LIDL.
- Azúcar glass.
- Papel de hornear.
Para montar la nata:
- 1/2 litro de nata para pastelería con al menos un 35% de materia grasa.
- 125 grs. de queso Mascarpone.
- 5 cdas. de azúcar. Podéis añadir más si os gusta más dulce.
Para la crema pastelera con Thermomix:
- 3/4 litro de leche entera.
- 4 huevos y 1 yema.
- 75 grs, de maizena.
- 175 grs. de azúcar.
- 1 vaina de vainilla.
- Piel de limón.
Preparación:
Hacer la nata como os indico aquí
No os olvidéis de meter en el frigorífico unas horas antes el bol y el accesorio batidor para que estén bien fríos.
Reservar en la nevera hasta el momento de utilizarla.
Hacer la crema pastelera siguiendo estos pasos.
Guardar la crema pastelera en un tupper de cristal poniendo en contacto con ella film transparente para que no haga costra. Dejar enfriar y guardar en la nevera hasta que vayáis a utilizarla.
Os recomiendo batir esta crema antes de meterla en la manga pastelera, quedará más fluída.
Ahora vamos a preparar las láminas de hojaldre. Las iremos haciendo de una en una en el horno previamente calentado a 190 ó 200º.
Cogeremos la primera lámina de hojaldre, la desenrollaremos sobre el mismo papel de hornear que la envuelve y la cubriremos generosamente con azúcar glass.
Pasaremos por encima el rodillo para que el azúcar se adhiera bien a la masa y así ésta se caramelice al hornear. Pinchar con un tenedor por toda la superficie.
Cubrir la masa con un segundo papel de horno.
Colocar encima otra bandeja de horno para que al hornear no suba demasiado.
Introducir en el horno, previamente calentado a unos 190/200º durante unos 25 minutos.
Sacar y dejar enfriar.
Repetir el mismo proceso con las otras dos masas de hojaldre.
La última que horneé me quedó mucho más caramelizada y tenía miedo de que se hubiera quemadado, pero no. Resultó la más rica al estar más caramelizada. Si queréis evitar que os pase esto en la última lámina ponerle 5 minutos menos de horno. Yo lo voy a seguir haciendo igual porque ya os digo que nos encantó su sabor a caramelo.
Montaje:
Colocar una de las láminas de hojaldre horneadas en la bandeja en que vayáis a presentar la tarta.
Con ayuda de una manga pastelera con boquilla grande redonda o rizada rellenar hasta cubrir toda la superficie. Si no tenéis manga pastelera podéis utilizar una bolsa zip cortando la punta y, si no, pues simplemente con una cuchara la extendéis y luego alisáis.
Cubrir con otra placa de hojaldre horneado. Aquí es cuando puse la que se me caramelizó más.
Rellenar de la misma forma con la nata montada.
Cubrir con la tercera lámina de hojaldre dándole la vuelta para que quede la parte más lisa arriba.
Espolvorear la superficie con azúcar glass. Meter en el frigorífico hasta el momento de servir.
Hace años yo le ponía para decorar unas almendras laminadas y tostadas por encima del azúcar glass, pero he dejado de hacerlo porque si sobra para el día siguiente pierden su textura al reblandecerse.
Notas:
- Si no tenéis Thermomix podéis hacer la crema pastelera del modo tradicional en una cazuela sobre el fuego utilizando los mismos ingredientes y cantidades y sin parar de remover
Un comentario en “MILHOJAS DE NATA Y CREMA PASTELERA”