Como ya os conté, las filloas gallegas son similares a las crêpes francesas pero mucho más finas. Normalmente se toman como postre acompañadas de crema pastelera, nata, miel o simplemente azúcar.
Esta vez comparto con vosotros esta receta de Filloas de Marisco que están en mi repertorio desde hace años y que os pueden servir de plato para ocasiones especiales como Navidades y demás fiestas familiares y con las que os aseguro que quedaréis de lujo.
Es una receta un tanto laboriosa, pero os daré unas pautas que facilitarán su preparación.
Lo primero será preparar la mayor parte de los ingredientes con bastante antelación al día en que vayáis a elaborarlas. Os cuento cómo lo hago yo:
- Las filloas se pueden congelar una vez hechas. Aguantan en el congelador 3 meses perfectamente. Podéis ver cómo hacerlo en las Notas de este enlace.
- Abrir los mejillones al vapor, guardar en un tupper y cubrir con el agua de su cocción.
- Los berberechos hay que ponerlos en agua fría con sal durante 1 hora para que suelten las posibles arenas que tengan. Tras pasarlos por el grifo de agua fría, escurrir y abrir al vapor y guardar en un tupper igual que los mejillones y congelar.
El día anterior al que vayáis a hacer estas filloas, tendréis que descongelar en el frigorífico lo que hayáis congelado: filloas, mejillones y berberechos. Y al día siguiente sólo habrá que hacer el resto: pelar los langostinos, el sofrito, rellenar y la salsa.
Estas Filloas de Marisco las puse en la cena de Nochebuena y quise realzarlas añadiendo más variedad de marisco del que siempre pongo. Estaban muy, muy buenas, pero he de reconocer que me gustan más con la receta de siempre, que no hace falta añadirle todo el marisco que le puse. Así que os daré la receta original y aunque en las fotografías veáis que hay también zamburiñas y almejas de verdad os digo que quedan igual de buenas y sabrosas sin ellas.
Respecto a las cantidades, será suficiente con 2 filloas por persona. Siempre podéis añadir alguna de más para los más comilones 😉
Ingredientes:
- Filloas. Hacedlas siguiendo este enlace. Recordad que como son para un plato salado no hay que añadir azúcar.
- 1 kg. de Langostinos grandes. O bien, gambas o cigalas.
- 1 kg. de Berberechos gordos.
- 1 kg. de Mejillones.
- 1 Puerro grande.
- 4 ó 5 Chalotas, según sea su tamaño.
- 1 diente de ajo.
- 1 Brick de nata líquida.
- 1/2 vasito de un buen Coñac o Brandy.
- Mantequilla.
- Sal.
- Pimienta.
Preparación:
Poner a escurrir bien los mejillones y los berberechos.
Pelar, quitándoles el intestino, a los langostinos y trocear. En esta ocasión utilicé unas colas de langostinos estupendas que me regaló mi cuñada Pily y que ya traían quitado el intestino.
Cortar en brunoise el puerro y las chalotas. Picar también el diente de ajo menudito.
Poner en una cazuela a pochar con la mantequilla el diente de ajo. Cuando esté un poco hecho pero sin llegar a tomar color, agregar los puerros y las chalotas y rehogar hasta que estén transparentes, unos 10 minutos.
Añadir el coñac y dejar que se evapore. En casa no bebemos coñac, así que cuando nos regalan una botella buena me la guardo para guisos especiales.
Añadir los langostinos y la nata, así como sal y pimienta y dejar cocer hasta ésta espese y se reduzca.
En este paso me despisté (un momento tonto lo tiene cualquiera, ejem) y añadí nata de más. Para solucionarlo dejé que redujera y, con un cacillo de los de servir las salsas, quité el exceso y luego, para aprovecharla y para dar más sabor, se la añadí a la bechamel con la que las cubrí.
Añadir a la cazuela los bivalvos, mejillones y berberechos, y mezclar bien durante 1 minuto como mucho para que no se vuelvan chiclosos.
Retirar del fuego y esperar a que se enfríen para rellenar las filloas.
Ahora rellenaremos las filloas, que se pueden dejar ya preparadas la víspera. Para ello, pondremos una filloa en un plato y en una cuarta parte pondremos el relleno.
Doblaremos a la mitad
Y otra vez a la mitad, dándole forma de pañuelo.
Colocarlas en una fuente previamente untada con mantequilla, encabalagando unas sobre otras para que nos quepan todas.
Ahora haremos una bechamel con mantequilla, harina, leche y fumet de los mariscos. Esta vez mezclé la leche con fumet de langostinos, caldo de los berberechos y mejillones y, también, un poco de la nata que separé del relleno, por lo que me quedaron algo más oscuras.
Con esta bechamel cubrir las filloas.
Espolvorear con un poco de queso rallado y hornear y dorar en el horno precalentado.
Os voy a poner lo distintas que quedan las filloas al haberle puesto parte de la salsa del relleno. Al llevar puerro quedaron como más oscuras, aunque más sabrosa la bechamel. También ha influido en el color las luces del comedor que no son las de la cocina.
Y así, sin la salsa del relleno.