Los mejillones posiblemente sea el marisco que más me guste.
De vez en cuando me compro 2 ó 3 kg., los abro al vapor y los guardo en un tupper en la nevera para ir picando o para cenar con algún acompañamiento ligero. Son pura proteína, sana y sabrosa.
Esta vez le compré a Txema 3 kg. y por la noche se me ocurrió retirar unos cuantos y hacerlos en escabeche. Están buenísimos, nada que ver con las latas compradas por más caras que éstas cuesten.
Los mejores mejillones del mundo mundial son los gallegos de las Rías Baixas. Se cultivan mediante la técnica de bateas, que son como criaderos de madera flotantes a los que se atan las cuerdas de los mejillones. Éstos al alimentarse de plancton existente en las Rías Baixas, crecen de una forma rápida.
Gracias a las bateas, Galicia es la zona más productiva de mejillón de Europa y la número dos a nivel mundial después de China.
_Bateas de mejillones en la ría de Vigo. Autor de la fotografía, CARLOS FERNÁNDEZ
Los mejillones, además de ser pura proteína, tienen un gran contenido en hierro y de yodo.
Esta receta de Mejillones en Escabeche, además de exquisita, es muy fácil de hacer.
Ingredientes:
- 1 kg. de mejillones gallegos.
- 150 ml. de AOVE (aceite de oliva virgen extra).
- 110 ml. vinagre de vino blanco.
- 30 ó 40 ml. del agua de cocer los mejillones al vapor.
- 2 dientes de ajo.
- 1 cda. de pimentón dulce, picante o mezcla de ambos.
- Pimienta negra en grano.
- 1 Hoja de laurel.
- 1 Clavo pequeñito o medio si es más grande.
- Opcional: 1 vaso de vino blanco para abrir los mejillones al vapor. Yo no lo utilizo, los abro simplemente con agua.
Preparación:
Limpiar bien los mejillones bajo el grifo de agua fría quitándoles las barbas que sobresalgan de entre las conchas.
Poner una cazuela al fuego con un dedo de agua y añadir los mejillones. Tapar y dejar cocer unos 2 minutos. A mí me gusta destaparlos a partir del minuto y voy retirando con unas pinzas los que ya estén abiertos.
Una vez abiertos al vapor todos los mejillones, retirar la carne de sus conchas, eliminando el biso con ayuda de una tijera o pellizcando con los dedos y tirando de esas posibles barbas que hayan quedado al limpiarlos.
Depositar los mejillones en un tupper. Colar el líquido de la cocción con un colador de tela para que no pase ninguna posible impureza y cubrir con él los mejillones.
No tiréis el líquido de la cocción que os sobre. Congeladlo para utilizarlo con arroces, sopas de pescado y/o marisco, y en otros guisos marineros junto con un fumet de pescado.
Meter los mejillones en un tarro de cristal.
En una sartén poner el aceite, los dientes de ajo fileteados, unos granos de pimienta, el laurel y el clavo. Dejar que se dore el ajo a fuego mediano.
Retirar del fuego y añadir el pimentón removiendo con una cuchara de madera para que no se queme.
Agregar el vinagre y el poquito de caldo de cocer los mejillones que hemos reservado y remover con la cuchara de madera para mezclar bien.
Poner la sartén a fuego medio durante no más de 1 minuto para que el vinagre pierda un poco su fuerza.
Verter el escabeche (con los ajos, los granos de pimienta y el laurel) sobre los mejillones que hemos puesto en el tarro de cristal, de forma que éstos queden perfectamente cubiertos para que se conserven bien.
Tapar y dejar enfriar antes de guardarlos en la nevera.
A mí me gusta dejarlos reposar al menos durante dos días para que cojan todo el sabor del escabeche.
En el frigorífico se conservan perfectamente durante 10 día.
Servir como aperitivo o en una cena de picoteo.
Nota:
Merece la pena comprar unos buenos mejillones gastando un poco más, que intentar ahorrarnos un € por kg. y que nos salgan unos mejillones birriosamente pequeños por dentro.
Como decimos en España, «a veces lo barato sale caro».