Este tipo de lasaña es la que más se consume en España, también llamada lasaña a la boloñesa o lasaña de carne. En casa hago más la Lasaña florentina y el ragù alla bolognese lo utilizo sobre todo para hacer canelones.
Lo auténticamente italiano que lleva mi lasaña es el Ragù alla bolognese porque ni hago la pasta a mano ni pongo tantas capas como los italianos, que creo que llegan a hacer entre 5 y 7.
En esta ocasión he empleado un tupper de ragù alla bolognese que tenía en el congelador. El tupper me ha resultado un tanto escaso y sólo me ha dado para hacer 3 capas de pasta/boloñesa y no tuve suficiente como para terminar poniendo en la capa de arriba también boloñesa. Lo subsané poniendo sólo bechamel con un resultado magnífico, pues dio más jugosidad a la lasaña, sobre todo a la ración que sobró para el día siguiente.
Cuando hagáis este ragù compensa hacer cantidad pues lleva bastante tiempo y tendréis mucha tarea avanzada si ya está preparado y sólo tenéis que descongelarlo.
Ingredientes:
- Placas de lasaña fresca, precocida o para cocer, a vuestro gusto. Las mías son precocidas que me resultan muy cómodas pues sólo tengo que ponerlas a remojo.
- 1 Litro de Bechamel de cobertura
- 650 grs, de Ragù alla bolognese
- 1 ó 2 bolas de mozzarella.
- Queso parmesano rallado (también lo tengo rallado en el congelador) o, en su defecto, de grana padano.
- Mantequilla.
Preparación:
Hacer o descongelar el ragú alla bolognese.
Poner a escurrir la bola de mozzarella. Una vez escurrida cortarla en rodajas.
Poner a remojo las placas de lasaña siguiendo las instrucciones del fabricante. Mientras tanto, hacer la bechamel de cobertura.
Ir poniendo sobre un paño de cocina limpio las placas de lasaña ya ablandadas. Embadurnar generosament la fuente en la que vamos a hacer la lasaña con mantequilla.
Cubrir el fondo de la fuente con una ligera capa de salsa bechamel.
Colocar la primera capa de placas de lasaña cubriendo bien el fondo de la fuente.
Sobre las placas de lasaña poner el ragú de carne.
Colocar sobre la carne un poco de mozzarella troceada.
Cubrir ligeramente con un poco de la bechamel de cobertura.
Añadir abundante parmesano rallado.
Repetir los mismos pasos capa tras capa.
Sobre la última capa poner también boloñesa, queso parmesano y unos pedazos de mantequilla. O si lo preferís o no os llega la boloñesa, poner, como he tenido que hacer yo, simplemente una buena capa de bechamel.
Cuando la preparo la víspera por la noche, le pongo film transparente y al frigorifico.
Antes de meter al horno, añadir abundante parmesano y un poco de mantequilla.
Precalentar el horno y hornear a 180º unos 20 minutos. Después, poner unos minutos más el gratinador hasta ver la superficie dorada vigilando que no se queme.
Sacar y dejar reposar 15 minutos antes de servir para que se asiente.